es la alteración nociva del estado natural de
un medio como consecuencia de la introducción de un agente totalmente
ajeno a ese medio (contaminante), causando inestabilidad, desorden, daño
o malestar en un ecosistema, en un medio físico o en un ser vivo. El contaminante puede ser una sustancia química, energía (como sonido, calor, o luz), o incluso genes. A veces el contaminante es una sustancia extraña, o una forma de energía, y otras veces una sustancia natural.
Es siempre una alteración negativa del estado natural del medio, y por lo general, se genera como consecuencia de la actividad humana considerándose una forma de impacto ambiental.
La contaminación puede clasificarse según el tipo de fuente de donde
proviene, o por la forma de contaminante que emite o medio que
contamina. Existen muchos agentes contaminantes, entre ellos las
sustancias químicas (como plaguicidas, cianuro, herbicidas y otros.),
los residuos urbanos, el petróleo, o las radiaciones ionizantes. Todos
estos pueden producir enfermedades, daños en los ecosistemas
o el medioambiente. Además existen muchos contaminantes gaseosos que
juegan un importante papel en diferentes fenómenos atmosféricos, como la
generación de lluvia ácida, el debilitamiento de la capa de ozono, el
calentamiento global y en general, en el cambio climático.
Hay muchas formas de combatir la contaminación, y legislaciones
internacionales que regulan las emisiones contaminantes de los países
que adhieren estas políticas. La contaminación esta generalmente ligada
al desarrollo económico y social. Actualmente muchas organizaciones
internacionales como la ONU ubican al desarrollo sostenible como una de las formas de proteger al medioambiente para las actuales y futuras generaciones.
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